La tradición de los “buñuelos” al parecer se dice que no es tan antigua como muchos podíamos pensar, pero a pesar de eso, el origen de este exquisito dulce, aun no se conoce con total precisión, y a lo largo de los años, este platillo ha ido adquiriendo un mayor espacio en nuestra mesa, para el deleite de propios y extraños.
Muchas personas hoy en dia tienen el pensamiento de que los “buñuelos” provienen de la palabra “puñuelo”, haciendo referencia a una especie de bola que los antiguos romanos amasaban con sus puños, hay otros que piensan que esta palabra es proveniente de origen francés, de la palabra “beignet”. Pero como todos sabemos que una gran parte de estos manjares llamados dulces, muchos tradicionales, tienen su origen en el continente asiático, precisamente en los países árabes, y gracias a ello podemos decir que la procedencia de estos, es sin duda de estos encantadores lugares como la historia lo confirma.
Por lo tradicional que se ha convertido este dulce, la mayoría de las personas suelen tener el pensamiento de que el buñuelo es propio de su país, pero déjenme decirles que esto no es así, ya que cada país aunque por increíble que parezca, tiene su buñuelo, con su forma única y preparación un poco distinta y también su acompañante distinto, es así que te mostrare algunos de los países de Latinoamérica que poseen su “Buñuelo”.
Ingredientes
- 1 taza de agua
- ½ taza de leche
- 2 cucharadas de mantequilla
- 1 taza de harina
- 3 huevos
- 1 pizca de sal
- Aceite vegetal para freír
- Azúcar glass para decorar
Preparación
- En una olla mediana, calienta el agua, la leche y la mantequilla a fuego medio hasta que la mantequilla se haya derretido por completo.
- Agrega la harina y la pizca de sal a la olla y mezcla vigorosamente hasta obtener una masa homogénea que se despegue de las paredes de la olla.
- Retira la olla del fuego y deja enfriar la masa por unos minutos.
- Añade los huevos uno por uno a la masa, mezclando bien después de cada adición, hasta que la masa esté suave y bien integrada.
- Calienta suficiente aceite vegetal en una sartén profunda a fuego medio-alto.
- Con una cuchara, toma pequeñas porciones de la masa y forma bolitas que puedas soltar con cuidado en el aceite caliente.
- Fríe los buñuelos hasta que estén dorados por todos lados y retíralos con una espumadera para dejarlos escurrir sobre papel absorbente.
- Sirve los buñuelos calientes y espolvorea azúcar glass sobre ellos para decorar.
Consejos adicionales
- Si quieres añadir más sabor a tus buñuelos, puedes agregar un poco de extracto de vainilla o canela a la masa antes de freírlos.
- Si no tienes una cuchara de helado para medir las porciones de masa, puedes usar una cuchara normal y mojarla con agua fría para que la masa no se pegue.
- Los buñuelos pueden congelarse una vez que se hayan enfriado. Para volver a calentarlos, simplemente colócalos en un horno precalentado a 180°C durante unos 5 minutos.
Recomendaciones
- Para evitar que los buñuelos se quemen o se cocinen de manera desigual, asegúrate de que el aceite esté a la temperatura correcta antes de comenzar a freírlos. Debe estar lo suficientemente caliente como para dorar los buñuelos, pero no demasiado caliente como para quemarlos.
- Si quieres hacer los buñuelos más saludables, puedes intentar hornearlos en lugar de freírlos. Simplemente coloque las bolitas de masa en una bandeja para hornear engrasada y hornea a 180°C durante unos 10-12 minutos.
